La Inteligencia Artificial (IA) dejó de ser ciencia ficción para adentrarse en nuestras vidas y, aunque todavía en una fase inicial, está llamada a protagonizar una revolución o un fenómeno equiparable al que generó internet.
Es momento de pensar en el futuro, por eso la gran pregunta es: ¿Qué es realmente la IA? Una combinación de algoritmos y máquinas que replican las capacidades humanas o una tecnología que. por un lado parece lejana y misteriosa, y por otro ya forma parte de nuestra rutina, como lo puede ser el asistente de voz, una actualización en tiempo real, el filtrado de correos electrónicos o una sugerencia musical o una serie de acuerdo con los gustos personales.
Según el pódcast “¿Qué es la Inteligencia Artificial?” del grupo energético global Iberdrola, la IA afecta también indirectamente en muchos más aspectos, como las finanzas, donde ayuda a mejorar la seguridad y el servicio al cliente; en el ámbito comercial, para saber si un producto será o no exitoso antes de salir al mercado; en los avances agrícolas, donde se mejorarían los rendimientos y advertencias de impactos ambientales adversos, así como en el cambio climático, en el cual se implementaría para disminuir los contaminantes.
La irrupción de la IA en nuestras vidas ha llevado al parlamento europeo a crear leyes de control de la robótica, destacando que no podrán hacer daño a los humanos y que deberán tributar a la seguridad social para ayudar al posible desempleo que generen.
Según el Fondo Monetario Internacional, la IA acabará con 85 millones de puestos de trabajo en cinco años, pero creará 97 millones. En conjunto, se estima que el mercado de la IA pueda llegar a representar 127,000 millones de dólares en 2025.
No hay nueva tecnología sin incertidumbre. Los beneficios de la IA se enfrentan a potenciales peligros, pero todo queda en manos de la huella que dejemos los humanos con su uso. Los avances en robótica e IA supondrán un cambio en todos los aspectos de nuestra vida. ¿Positivos, o negativos? Solo el tiempo lo dirá.
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