Las diferencias entre México y Estados Unidos en torno a los organismos genéticamente modificados son el reflejo de una relación que desborda los términos económicos y productivos. La creciente integración bajo las reglas del libre comercio no ha derivado en una articulación libre de conflictos.
| Comentario de Carol Hernández Rodríguez
En México, la idea de soberanía alimentaria está estrechamente vinculada con la producción y el consumo del maíz, un cultivo domesticado por los pueblos mesoamericanos hace aproximadamente 9 000 años y alimento central de sus dietas desde hace poco más de 3 000 años (Buckler y Stevens, 2005). Nuestro país es el centro de origen y diversidad de este cultivo, y su territorio se registran 64 razas de maíz, 59 de las cuales son consideradas nativas.
Actualmente, el maíz es sembrado en más de una tercera parte de la tierra agrícola de México, y en más de 60% de la tierra de temporal en manos campesinas (Conabio, 2023). En las zonas rurales, su consumo familiar puede alcanzar hasta 24 kg semanales, lo cual reafirma su centralidad en la dieta mexicana (sadr, 2023).
La producción de maíz nativo, cultivado por campesinos y pequeños agricultores para el autoconsumo y los mercados locales, así como de maíz industrial enfocado en la agricultura de mediana y larga escala, se complementaron para el abasto alimentario rural y urbano durante buena parte del siglo XX. A partir de la liberación del sector mexicano en el contexto del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (Tlcan, puesto en marcha en 1994), las importaciones de maíz estadounidense comenzaron a complementar la producción industrial nacional. Después de casi tres décadas, y pese a ser autosuficiente en la producción de maíz blanco para consumo humano, México se ha consolidado como el principal mercado de las exportaciones estadounidenses de maíz amarillo transgénico: en el periodo 2017-2022 importó, en promedio, 15.7 millones de toneladas al año (US Grain Council, 2023).
Nativo vs. transgénico
Más allá del valor comercial y el insumo calórico que aporta, el maíz en México integra un conjunto de valores socioculturales, políticos e, incluso, espirituales esenciales para la reproducción de las comunidades campesinas e indígenas, además de contribuir a la definición cambiante de identidad nacional y a la cohesión social del país (Hernández Rodríguez, 2022).
Estos valores han dado impulso a iniciativas contemporáneas como la campaña “Sin maíz no hay país”, en la que confluyen sectores de la sociedad civil que rechazan el uso del maíz transgénico; y, consecuentemente, a modificaciones importantes en el marco jurídico nacional: primero, la prohibición de sembrar y experimentar con maíz transgénico en territorio nacional (2013); ahora, la prohibición gradual, que culminará en 2024, de las importaciones de ese producto para su uso en el sector de la tortilla y la masa (Segob, 2023).
Por otra parte, el maíz desempeña también un papel central en el sistema agrario de Estados Unidos. No solamente es el principal productor y exportador de maíz en el mundo: en términos de producción total, constituye su cultivo más importante. Históricamente, ha sido considerado como el epítome de la modernidad agrícola estadounidense (Curry, 2022). Una categorización que no ha hecho más que reforzarse con el desarrollo de la biotecnología agrícola y la adopción del maíz genéticamente modificado desde su introducción al mercado en 1996 (ISAAA, 2019).
Siendo el país pionero y principal promotor de los organismos genéticamente modificados (OGM), 93% de la producción estadounidense de maíz industrial es de origen transgénico (USDA, 2022). Este modelo productivo biotecnológico ha sido sistemáticamente impulsado a escala global, por lo que, actualmente, el maíz transgénico se siembra en 45% de todas las hectáreas cultivadas con OGM en el mundo (ISAAA, 2019).
Integración sin articulación
Considerando la rápida integración comercial y productiva entre Estados Unidos y México por medio del Tlcan, no es sorprendente que nuestro país fuera uno de las primeras cinco naciones en adoptar el maíz transgénico en 1996 (ISAAA, 2019). Sin embargo, la oposición de sectores sociales y grupos académicos fue determinante para conformar una agenda política en oposición a los OGM y en defensa del “maíz nativo”.
Con el paso de los años, las manifestaciones antagónicas al maíz transgénico se reprodujeron en diferentes regiones del país, siendo las comunidades campesinas e indígenas las protagonistas. Más aún, este rechazo sirvió como precedente para la movilización de los apicultores mayas en la Península de Yucatán, quienes conformaron el colectivo Ma OGM (“No a los OGM”), y en 2017 lograron la suspensión de permisos para la siembra de soya transgénica en territorio nacional.
La oposición al maíz transgénico trajo consigo la reivindicación de la diversidad genética y cultural del maíz nativo y de la agricultura campesina e indígena para su reproducción. Rápidamente, el maíz nativo volvió a convertirse en el eje central del concepto político de soberanía alimentaria. Un posicionamiento que se ha fortalecido en el contexto del cambio climático y la urgencia por preservar la agrobiodiversidad y los sistemas de producción alternativos a la agricultura industrial (Bellon et al., 2018).
El análisis de los valores socioculturales en torno al maíz, tanto en México como en Estados Unidos, nos permite entender con mayor claridad el protagonismo de este cultivo en la disputa entre dos modelos económicos, productivos y culturales que se integran cada vez más bajo las reglas del libre comercio, pero no logran una articulación libre de conflictos.
REFERENCIAS
| Bellon, Mauricio et al. (2018). “Evolutionary and Food Supply Implications of Ongoing Maize Domestication by Mexican Campesinos”, en Proceedings of the Royal Society B, núm. 285.
| Buckler, Edward y Natalie Stevens (2005). “Maize Origins, Domestication and Selection”, en Timothy Motley et al, eds., Darwin’s Harvest: New Approaches to the Origins, Evolution, and Conservation of Crops, pp. 67-90.
| Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (2023). Razas de maíz en México. Disponible en https://bit.ly/3XBRx8E (Consultado el 1 de julio de 2023).
| Curry, Helen (2022). Endangered Maize. Industrial Agriculture and the Crisis of Extinction, California, University of California Press.
| Hernández Rodríguez, Carol (2022). “Seed Sovereignty as Decommodification: A Perspective from Subsistence Peasant Communities in Southern Mexico”, en The Journal of Peasant Studies, vol. 50. Disponible en https://bit.ly/44xUfhR (Consultado el 1 de julio de 2023).
| International Service for the Acquisition of Agri-biotech Applications (2019). Brief 55: Global Status of Commercialized Biotech/gm Crops. Disponible en https://bit.ly/3D0t2Za (Consultado el 1 de julio de 2023).
| Secretaría de Agricultura y Desarrollo Social (2023). Maíz, el cultivo de México. Disponible en https://bit.ly/43d42si (Consultado el 1 de julio de 2023).
| Secretaría de Gobernación (2023). “Decreto por el que se establecen diversas acciones en materia de glifosato y maíz genéticamente modificado”. Disponible en https://bit.ly/3CWnUFJ (Consultado el 1 de julio de 2023).
| US Department of Agriculture (2023). Adoption of Genetically Engineered Crops in the us. Disponible en https://bit.ly/3D3fNqA (Consultado el 1 de julio de 2023).
| US Grain Council (2023). 2022 Annual Report. Disponible en https://bit.ly/3Xykna5 (Consultado el 1 de julio de 2023).