Hablando de licencias libres

En Nuevos Diálogos Vamos más allá del copy right, la licencia del derecho de autor reservado… Además de distribuir nuestro desarrollo bajo una licencia de libre distribución de contenidos, de vez en cuando queremos recorrer el territorio de los comunitarios de la Internet y comentar para nuestros lectores algunos de sus recursos. Hoy queremos dar un vistazo a una de las licencias más populares en el mundo de los comunitarios de Internet.

Creative Commons (CC) es el nombre de esa licencia, pero también de un sistema, de un movimiento y de una comunidad. Es, digámoslo con simpleza, un instrumento que nos permite gozar legalmente de las obras de los creativos para redistribuirlas, utilizarlas públicamente, crear productos derivados con ellas, intervenirlas y hasta hacer negocios, si el autor lo acuerda así con nosotros.

Así como hay licencias GPL (General Public Licence) para convertir en “libre” y gratuito un software, hay licencias CC para liberar las creaciones de artistas e intelectuales y hacerlas llegar gratuitamente a los consumidores. El abogado estadounidense Lawrence Lessig es el creador de esta importante iniciativa dentro de las comunidades libres de Internet. Frustrado porque las licencias existentes para “liberar” el uso de un producto existían solamente en el ámbito del software libre, Lessig se dio a la tarea de construir todo un sistema que permitiera licenciar públicamente también las creaciones de los músicos, de los escritores, los dramaturgos, los pintores, los diseñadores; toda una pléyade de creativos cuyos “derechos de autor” sólo podían ser gestionados a través de los canales tradicionales, establecidos para el provecho de los intermediarios y las grandes industrias culturales.

Hoy las licencias Creative Commons son uno de los sistemas con mayor reconocimiento en Internet. Muchos gobiernos las aplican a sus portales y muchas instituciones educativas y de investigación generan publicaciones de todos tipos bajo dicho licenciamiento. En los tiempos iniciales de distribución de esta licencia en México, el portal de la Presidencia de México (allá por los tiempos del régimen foxista, estuvo licenciado bajo CC. Los usuarios podían utilizar libremente los contenidos de la plataforma, de la clase que fueran (texto, imagen, video, sonido), sin más restricciones que las acordadas por el licenciador.

Hoy día las licencias Creative Commons son de uso corriente en todo el mundo. Tanto así que, por ejemplo, si hacemos una búsqueda en Google con el criterio Creative Commons acompañando al concepto de indagación, obtendremos miles de recursos gratuitos y de libre uso. Hay de hecho buscadores Creative Commons y el sistema mismo tiene su propio buscador, basado en los registros que los usuarios creadores hacen en los servidores CC.

Muchos sitios y redes sociales adoptan el licenciamiento CC para ofrecer sus contenidos a los usuarios. Siempre que encontremos el símbolo CC, podemos estar seguros de utilizar con libertad el contenido licenciado. En Flickr, por ejemplo, la red social de fotografía, hay todo un apartado de fotografías licenciadas por sus creadores bajo la licencia CC. Un excelente banco de imágenes de libre uso para nuestros trabajos académicos y profesionales.

Y si queremos compartir también lo que nosotros creamos, pues basta con entrar al sitio de Creative Commons de nuestro país y escoger alguno de los tipos de licencia CC para nuestros productos creativos.

Para individuos, instituciones académicas y organizaciones de la sociedad civil, los licenciamientos CC constituyen un importante aporte de capital social para la gestión del conocimiento, el cambio de modelos de trabajo, el desarrollo organizacional y la formación continua.

Nunca está de más un poco de información para introducirnos con la mayor seriedad posible en esta alternativa de socialización. Y desde Wikipedia, un buen punto de partida para visitar vínculos interesantes en torno al procomún y las licencias de las “comunidades creativas”.

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