La Ciudad, de la percepción humana a la percepción tecnológica


Escuchar las palabras “paisaje urbano” trae a la mente imágenes y sonidos como los hallados en la naturaleza, al pasearse por un bosque, pero en una ciudad los estímulos sensoriales nos producen con frecuencia sensaciones desagradables, por la falta de armonía, la cantidad de gente, el tráfico, el smog y otros tipos de polución como la perceptual, tal como olores, ruido, bloqueos de avenidas, manifestaciones, anuncios comerciales, espectaculares y todo aquello que impide apreciar la arquitectura y distrae de gozar cualquier paseo.

Tal percepción incluye aquella cognitiva, o sea de pensamientos y conciencia sobre diversos factores como sobre quienes gobiernan la ciudad, la inseguridad, etc. Sin embargo, en diversas encuestas, la Ciudad de México (CDMX) ha sido calificada cómo la sexta mejor ciudad a nivel mundial, destacando su gastronomía reconocida como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, además de su bajo costo; por sus numerosos museos y exposiciones de gran calidad, eventos culturales, conciertos, actividad teatral y de baile, etc., y monumentos históricos recordando el epíteto de “Ciudad de los Palacios”. Es también notable que el propio Palacio de Bellas Artes (otro Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO) es la quinta mejor casa de ópera, danza y teatro a nivel mundial, por encima de la Opera Garnier (París), La Ópera Metropolitana de Nueva York, y el Teatro Bolshói (Moscú), entre otros.

Así como leer mucho y conocer de historia y cultura enriquece otras lecturas, tales actividades respecto a nuestra ciudad, monumentos, etc., permiten apreciar mejor cualquier recorrido, al convertirse uno en turista. Es instructivo observarlos e imitarlos. También conocer leyendas y anécdotas urbanas. Todo esto requiere un entrenamiento que puede comenzar por recorridos guiados, como los que ofrece el turibús en varios circuitos, incluyendo los nocturnos.

Es notable que uno puede sufrir adicción a emociones desagradables como el enojo, la frustración, o tristeza. En el caso de los efectos de la polución perceptual, son emociones que es posible modificar al entender sus causas y orígenes, tener pensamientos e ideas nuevas y diferentes que permitan una apreciación positiva, optimista, productiva y enfocar más la atención en aquello qué produce emociones agradables. Ello también requiere de un cuidadoso entrenamiento que puede llevar tiempo, pero se logra con los propios recorridos “ilustrados” y guiados, y sobre todo fijarse más en lo bello, lo agradable, lo gracioso y las oportunidades de ayudar a otros, como los adultos mayores, turistas o personas que parecen confundidas o no hallar una calle o sitio; incluso comentar lo que uno ha aprendido, ser guía de un amigo turista u otros, cuando admiran un monumento, estatuas, edificios o calles.

No es fácil ignorar la inseguridad, entre otros problemas y riesgos, pero estos no “afean” ni disminuyen la belleza y rasgos del entorno urbano. Se pueden también ver murales, pinturas, pintores y otros artistas en diversas plazas, como en el bosque de Chapultepec. Conviene realizar los recorridos con familiares o amigos, para opinar y compartir la experiencia y datos curiosos. Hay en internet guías de un país, ciudad o sitios arqueológicos, como https://www.lonelyplanet.es/; para México es útil consultar https://www.lonelyplanet.es/america-del-norte-y-central/mexico/imprescindible. Un paseo temático puede ser el de los diversos palacios, admirar vitrales en catedrales e iglesias, recorrer a pie, en bicicleta, etc. avenidas principales, parques, colegios, universidades y asistir a exposiciones y conferencias. Esto se halla en revistas como Tiempo Libre, o bien enhttps://www.dondeir.com/.

Probablemente antes de 2028, la inteligencia artificial y las tecnologías de lentes y audífonos para realidad virtual aumentada y mixta (combinando lo real) permitirán aplicar las tareas de análisis y procesamiento de imágenes como el realce y restauración para abordar los problemas y efectos de la polución perceptual, además de constituir excelentes apoyos para paseos guiados. Se podrán “borrar” anuncios comerciales, espectaculares y objetos que bloquean la vista de edificios y monumentos, reemplazándolos por vistas sin ellos (ejemplo de restauración) o bien, por árboles exóticos, vistosas flores, animales y seres fantásticos; “vestir” virtualmente los transeúntes con atuendos del carnaval de Venecia, por ejemplo, y substituir una calle por otra de algún pueblo del país,  o de algún otro; o bien, el arroyo vehicular en un río, con veleros y delfines, o incluso “ver” cascadas de algún edificio como hay en Vancouver.

El propio grafiti que puede ir desde uno invasivo y de mal gusto, hasta uno artístico, es posible localizarlo en la CDMX mediante internet, como “arte urbano”: visitar por ejemplo el nuevo museo Exfábricamx. Los audífonos con cancelación activa de ruido, en lugar de este, reproducirán música, sonidos de la naturaleza, ondas de audio que estimulan aquellas cerebrales conocidas como alfa, beta, etc. que favorecen la concentración, la calma, etc., o también, la voz de un guía. Podrán traducir cualquier idioma, permitiendo interactuar con extranjeros.

Las ubicaciones y recorridos usarán los sistemas de geoposicionamiento o GPS. Los colores y formas podrán hacerse más armoniosos (ejemplos de realce), y mostrar las estrellas en la noche, a pesar de la polución luminosa, como si uno estuviera en el campo, sin nubes y hasta enfocar a voluntad una región y “usar” un telescopio virtual, sin vibraciones, con alcance de hasta ¡millones de años luz!. O visualizar juegos pirotécnicos, parvadas de aves, mariposas, ángeles, etc. La imaginación es el límite. Será también muy conveniente saber aprovechar los mapas, al alcance de nuestros celulares inteligentes, para la mejor forma de llegar a un lugar determinado. Y aprovechar las cámaras web existentes en la ciudad.

Las experiencias y tareas de reconocimientos de patrones, gestos, situaciones, etc,, al interiorizarse en el subconsciente, desarrollan la intuición, permitiendo tener espontáneamente (casi “mágicamente”) ideas, asociaciones, soluciones y revelaciones, resultando útil en la actividad turística. Hay académicos que no sólo aplican conceptos y soluciones del análisis y procesamiento de imágenes y señales, entre otros canales sensoriales, sino también conceptos de la instrumentación y sistemas de forma generalizada, como en la actividad humana.

Por ejemplo, un flujo es igual a un esfuerzo entre una impedancia que generaliza la noción de resistencia eléctrica, así como un flujo no sólo es una corriente eléctrica sino cualquier actividad, como el pensamiento, y un esfuerzo no sólo un potencial eléctrico, sino la propia “fuerza” de voluntad.

Otro concepto es la retroalimentación, e implica que una persona aprende a conocerse a sí misma, al recibir y percibir, sensorial y mentalmente su entorno y realizar las actividades ya mencionadas, enriqueciéndola y haciéndola reflexionar sobre decisiones, prejuicios, alegrías y aciertos.

Habrá quien prefiera prescindir de las ayudas tecnológicas y hacer sus recorridos por la CDMX “tal como es”, sin maquillajes, restauración o realce virtuales. Ello requiere de un esfuerzo particular, que al final fortalecerá la capacidad e imaginación, logrando descubrimientos inesperados. A falta de tiempo y dinero, la tecnología permite visitas virtuales a otras ciudades, pueblos y entornos naturales, existiendo en YouTube incontables vídeos y recorridos aéreos mediante drones. Esto permitiría entender por qué CDMX es la sexta mejor ciudad del mundo.


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